¿Qué es la Anestesia?
El origen de la palabra anestesia deriva del término griego que significa “ausencia de sensibilidad o sensación”, pero esto seguramente no cubrirá sus expectativas. Una visión más precisa de anestesia nos dice que es el arte de mantener a una persona en condiciones de seguridad y sin que perciba ningún tipo de dolor, mientras un cirujano opera, ya sea durante unos pocos minutos o por varias horas.
¿Para ser anestesiólogo hay que ser médico?
No sólo hay que ser médico sino además deberá realizar una especialidad (residencia) de 3, 4 o más años de duración, pudiendo recién así llegar al título de médico especialista en anestesiología o anestesiólogo. (El término “anestesista” en la actualidad es considerado incorrecto). En otras palabras, una persona que ingresa en la Facultad de Medicina, para alcanzar el título de anestesiólogo necesitará como mínimo 10 años de estudios universitarios.
Este tiempo de preparación y el estudio continuo durante toda su vida profesional le permitirán no sólo entrenarse en el manejo de fármacos e instrumental propios de su especialidad, sino también lo habilitarán en conocimiento de temas como cardiología, neumonología, terapia intensiva, emergencias, reanimación y tener una activa participación en el diagnóstico y tratamiento del dolor cualquiera sea su causa.
El anestesiólogo después de conocer al paciente, su historia clínica y sus estudios complementarios (análisis de laboratorio, radiografías, electrocardiogramas, etc) es el profesional más competente dentro de la medicina no sólo para elegir qué tipo de anestesia es más apropiada para un paciente determinado, sino también para conducir y supervisar el proceso anestésico durante y después de la intervención quirúrgica.
¿Cómo debe ir el paciente preparado para la cirugía?
Un detalle fundamental es el ayuno completo (significa no ingerir comidas de ningún tipo, ni caramelos, gomas de mascar, mates, etc). Con el cumplimiento de esta recomendación se previenen las consecuencias de un vómito que ingrese a las vías respiratorias mientras el paciente está dormido. El tiempo de ayuno variará según la edad (en el adulto, no menos de 8 horas)
El paciente deberá dejar en manos de un familiar o en la Encargada del Sector de Enfermería, las prótesis dentarias, las lentes de contacto, otros tipos de prótesis y alhajas, como así mismo retirar maquillajes (pintura de uñas y cosméticos en general).
Es importante que el paciente tenga la boca en el mejor estado posible (extraer piezas flojas, arreglar caries, etc). Si por razones personales el paciente no tiene oportunidad de mejorar el estado de su dentadura, se incrementará el riesgo de alguna lesión involuntaria en sus piezas dentarias en mal estado, durante las maniobras anestésicas que aseguran el ingreso de oxígeno a su organismo.
¿Por qué se coloca hidratación antes de comenzar una intervención?
Las mejores prácticas de anestesiología moderna requieren un método rápido, seguro y eficaz de introducir fármacos y líquidos de nuestro organismo. Antes de la intervención se coloca una solución intravenosa compuesto por agua, minerales y azúcar que ingresan en una vena por medio de una pequeña aguja plástica que se fija a la piel con cinta adhesiva.
¿Se coloca un tubo en la garganta durante la anestesia general?
Frecuentemente, con el fin de que los pulmones reciban el oxígeno suficiente durante el acto quirúrgico, el anestesiólogo introducirá una sonda o tubo por la boca o la nariz hasta la parte superior de su aparato respiratorio (tráquea).
Este procedimiento se realiza una vez que el paciente está dormido y se retira antes que se despierte. Las pequeñas molestias que este tubo puede ocasionar en algunas personas son insignificantes, en comparación con los beneficios que aporta en cuanto a SEGURIDAD se refiere.
Quién cuida al paciente durante la intervención?
El encargado y responsable de este control es el anestesiólogo quien con su presencia permanente y con la ayuda de equipos denominados “monitores” le brindarán una gran seguridad durante toda la operación. Estos monitores van desde un simple aparato para medir la presión arterial pasando por el registro continuo de los latidos cardíacos (cardioscopio) hasta llegar a equipos más sofisticados que miden el oxígeno y anhídrido carbónico de la sangre sin necesidad de agredir o punzar una arteria.
La “aparatología” por más sofisticada que sea se convierte en u mero complemento de la permanente observación del especialista que, en definitiva, es el que debe leer e interpretar lo que indican los monitores y actuar en consecuencia. Así sabrá en qué condiciones se encuentra el paciente y si el nivel de la anestesia que está recibiendo es óptimo.
El anestesiólogo permanece y trabaja en la cabecera del paciente durante toda la intervención y hasta la total recuperación del mismo.
¿Anestesia local, regional o general?
ANESTESIA LOCAL:
Interrumpe temporalmente los impulsos nerviosos insensibilizando la zona en que se hará la intervención. Se puede lograr a través de cremas, aerosol, gotero o hisopo, o bien administrando el anestésico a través de la piel por medio de una pequeña y sumamente fija aguja (similar a las utilizadas para administrar vacunas). La anestesia local es útil para procedimientos de pequeña envergadura.
ANESTESIA REGIONAL:
El anestésico se inyecta en la vecindad de un nervio o grupo de nervios. Son ejemplos de este tipo de procedimientos la anestesia peridural y la anestesia raquídea que permiten insensibilizar a una región del cuerpo (habitualmente la mitad inferior) lo que permite procedimientos quirúrgicos en esa zona sin que se perciba ningún dolor.
Como una variedad de la anestesia regional existe la anestesia plexual que permite por ejemplo insensibilizar un solo brazo para procedimientos quirúrgicos que se llevan a cabo en extremidades superiores.
La anestesia regional es administrada exclusivamente por anestesiólogos.
ANESTESIA GENERAL:
Mediante la anestesia general se consigue que todo el organismo pierda la sensibilidad y por ende no sentirá ningún tipo de dolor en cualquier región que tenga que ser intervenida. El paciente estará “dormido”. Este tipo de anestesia se puede alcanzar mediante dos variantes diferentes o bien combinando ambas.
Anestesia general intravenosa: Se inyectan distintos tipos de fármacos especificados a través de una vena (habitualmente el brazo)
Anestesia general inhalatoria: Los fármacos específicos que producen el sueño llegan a la sangre a través del aparato respiratorio.
La administración de anestesia general también es responsabilidad exclusiva del anestesiólogo. Además de las intervenciones quirúrgicas, existen múltiples procedimientos de diagnósticos y tratamientos que requerirán la intervención de un anestesiólogo. Por ejemplo: tomografías, cateterismos, resonancia magnética, nuclear, punciones, litotricias, etc.
IMPORTANTE: La elección del tipo de anestesia la realizará el anestesiólogo. El, mejor que nadie conoce en qué condiciones se encuentra el paciente y cuál es la técnica más conveniente y segura para cada caso en particular.
¿Donde es llevado un paciente después de la intervención?
Una vez finalizada la operación el paciente será transferido a la sala de recuperación anestésica (en las instituciones que cuenten con ella) donde se vigilan los signos vitales (presión arterial, pulso, respiración) y estado de conciencia, antes de ser transportado al sector general de internación.
Dependiendo de la complejidad de la intervención y del estado del paciente puede ser trasladado directamente a su habitación, o si las condiciones lo exigen, a la sala de cuidados intensivos para su mayor seguridad y conveniencia.
¿Cuáles son los efectos secundarios de la anestesia?
Es posible que un paciente se pregunte cuáles son las complicaciones o efectos secundarios que puede ocasionar la anestesia. En este sentido, es posible afirmar que los efectos secundarios (ocasionados a veces por los fármacos y otras veces por el tipo de intervención) son de índole menor y de corta duración. Entre las más frecuentes se encuentran una leve molestia en la garganta, la aparición de náuseas y/o vómitos, mareos, cefaleas, etc.
Si el paciente se sintiera preocupado por estos u otros efectos posibles deberá hacérselo saber al anestesiólogo durante la entrevista preanestésica para analizar conjuntamente esos temores. El anestesiólogo está capacitado para prevenirlos y tratarlos en caso de que aparezcan.
Es fundamental tomar conciencia por parte del paciente y familiares que la anestesia le brinda beneficios muy definidos (al permitir la solución quirúrgica de un problema) en comparación con un esporádico y mínimo disconfort que ocasionalmente pudiera aparecer en algunas personas durante unas pocas horas.
Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier @rigotordoc
Medicina Interna
Ambulatorio Medis.
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