Un régimen de dosis altas que incluyó 28 vitaminas y minerales dados a pacientes estables con una historia de infarto de miocardio no reduce su futuro riesgo de eventos cardiovasculares, de acuerdo con los resultados de un nuevo estudio de investigación. Los resultados del segundo brazo del ensayo factorial 2×2 para evaluar la terapia de quelación, financiado por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés) y el Centro Nacional para Medicina Complementaria y Alternativa (NCCAM, por sus siglas en inglés), se presentaron por primera vez en las Sesiones Científicas del Colegio Americano de Cardiología 2013 y ahora se publicó en línea el 16 de diciembre 2013 en la revista Annals of Internal Medicine.
El ensayo no mostró beneficios de la terapia multivitamínica en 1.708 pacientes que recibieron los suplementos. En este estudio, los investigadores asignaron al azar los pacientes de 50 años o más años de edad que habían tenido un infarto miocárdico (IM) al menos seis semanas antes del tratamiento con dosis altas de multivitamínicos y multiminerales, incluyendo las vitaminas A, C y E, así como el selenio y el magnesio, o con placebo.
Las dosis de los multivitamínicos y multiminerales utilizados en el análisis fueron las utilizadas estándar por los centros que practican la terapia de quelación. Los pacientes sometidos al tratamiento controversial recibieron grandes dosis de vitaminas y minerales orales, casi todas superando los valores diarios recomendados. Por ejemplo, fueron prescritos 1.200 mg de vitamina C, 25.000 UI de vitamina A, 400 UI de vitamina E, 200 mg de niacina, y 800 µg de ácido fólico y estas cantidades todas exceden las dosis diarias recomendadas. .La edad promedio fue de 65 años y el 18 % de los pacientes eran mujeres. El IM requerido para el ingreso, ocurrió en una media de 4,6 años (rango intercuartil [RIC]; 1,6-9,2 años), antes del ingreso al estudio. La media de seguimiento fue de 55 meses (RIC, de 26 a 60 meses).
Los pacientes recibieron vitaminas durante una media de 31 meses en el grupo de la vitamina y 35 meses en el grupo placebo (p = 0,65). Un total de 645 (76 %) y 646 (76%) pacientes en los grupos de vitaminas y placebo, respectivamente, completaron al menos 1 año de la terapia oral (P = 0,98), y 400 (47%) y 426 (50%) pacientes, respectivamente, completaron al menos 3 años (P = 0,23).
Un total de 394 (46%) y 390 (46%) pacientes en los grupos de vitaminas y placebo, respectivamente, abandonaron el régimen de vitaminas (P = 0,67), y el 17 % de los pacientes se retiraron del estudio.
El punto final primario (un compuesto de mortalidad por cualquier causa, infarto miocárdico [IM], ictus, revascularización coronaria y hospitalización por angina) ocurrió en 230 (27%) pacientes en el grupo de las vitaminas y 253 (30%) en el grupo placebo (razón de riesgo 0,89 [IC 95 % 0,75-1,07], p = 0,21). Ninguna evidencia sugiere daño de la terapia de las vitaminas en cualquier categoría de los eventos adversos.
De acuerdo a los resultados de este estudio, se pudo concluir que las altas dosis de multivitaminas orales y multiminerales no redujeron significativamente los eventos cardiovasculares en los pacientes después de un IM que recibieron el tratamiento estándar. Sin embargo, esta conclusión se ve atenuada por la tasa de falta de adherencia y retiradas del mismo.
En términos de reducción del riesgo, hubo una reducción relativa no significativa del 11% comparada con el grupo placebo en el punto final primario. En base a los datos, los autores no recomiendan los suplementos vitamínicos o minerales para la prevención de la enfermedad cardiovascular. Sin embargo, el reducido poder estadístico debido a la pequeña diferencia entre los grupos, así como la falta de adhesión al régimen de estudio, limita la conclusión de no eficacia.
A pesar de las conclusiones de que altas dosis de vitaminas y minerales orales por sí solos no parecen tener un papel en el manejo de los pacientes que han tenido MI, las personas probablemente continuarán usando las vitaminas para la salud cardiovascular. Es, por tanto, es importante hacer más comentarios sobre la seguridad de las vitaminas.
A pesar de las dosis utilizadas, los eventos adversos graves y los casos incidentes de cáncer no fueron diferentes entre los grupos. Sin embargo, esta conclusión debe matizarse con una alta tasa de descontinuación de la terapia y del placebo.
Probablemente la contribución más importante de todos estos estudios de vitaminas es que la mayoría de estas vitaminas son probablemente inofensivas aun cuando son dadas en dosis muy altas.
Si bien los datos sugieren que los pacientes no se están perjudicando a sí mismos con las multivitaminas, el público estadounidense está siendo empujado por la industria de las vitaminas para comprar y tomar los suplementos. Como se señala en un editorial que acompaña el estudio, las ventas de suplementos alimenticios alcanzaron los US $ 28 mil millones en 2010 y el uso general de los suplementos alimenticios aumentaron de 42 % en 2003 al 53% en 2006.
Las vitaminas A, C, E, el selenio, los ß-carotenos, y el ácido fólico han sido los más probados y la evidencia sugiere que estos son o nocivos o ineficaces para la prevención de enfermedades crónicas. Además, el Estudio de Salud de los Médicos demostró que tomar un multivitamínico diario no tuvo ningún efecto sobre las tasas de enfermedad cardiovascular.
Referencia:
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Lamas GA, Boineau R, Goertz C, et al. Oral high-dose multivitamins and minerals after myocardial infarction: a randomized, controlled trial. Ann Intern Med 2013
Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier @rigotordoc
Medicina Interna
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