Una hemorragia digestiva superior en el contexto de un infarto agudo de miocardio (IM) tiene una elevada morbilidad y mortalidad. Varios estudios se han realizado sobre la seguridad de la endoscopia digestiva superior o esofagogastroduodenoscopia (EDS) después de un IM, sin embargo, estos estudios varían en las definiciones y los resultados. Los doctores Roxanne G. Lim, Matthew L. Bechtold et all de la Escuela de Medicina de la Universidad de Missouri, Columbia, evaluaron la seguridad y el efecto de la EDS en los pacientes con infarto agudo de miocardio en un centro terciario y lo publicaron en la revista Southern Medical Journal.
Una hemorragia digestiva superior (HDS) en el contexto de un IM representa una condición médica compleja con una elevada morbilidad y mortalidad. La anemia que resulta de la HDS puede exacerbar el infarto de miocardio, o la anticoagulación para el tratamiento del IM puede contribuir a la HDS. Se estima que el 12% de los pacientes que se presentan con HDS masiva presentan un IM concomitante. Las hemorragias digestivas ocurren en aproximadamente 2 % de los pacientes que se someten a un cateterismo cardíaco y la HDS nosocomial posterior al cateterismo se asocia con un incremento del riesgo de mortalidad. Teniendo en cuenta esta situación, puede surgir un dilema clínico cuando un paciente con infarto agudo de miocardio se presenta con una HDS.
La EDS es en general, un procedimiento seguro, bien tolerado y común que se realiza en la población general, sin embargo, la seguridad y la utilidad de la realización de una EDS en los pacientes con infarto agudo de miocardio se desconoce y puede haber una renuencia a realizar el procedimiento dada la falta de directrices y el miedo de las complicaciones.
Al igual que con otros procedimientos endoscópicos, la EDS se ha asociado con fluctuaciones de la presión arterial, cambios en el electrocardiograma, caída de la saturación de oxígeno e hipoxemia secundaria al uso de agentes analgésicos.
La decisión de realizar una EDS durante el período peri-IM se basa en un análisis de los beneficios para el paciente frente al riesgo de complicaciones cardiopulmonares. Varios estudios han evaluado la seguridad de EDS después de un IM con diferentes definiciones y resultados. Dados los diferentes resultados de este escenario clínico importante, se evaluó la seguridad y eficacia de EDS en los pacientes con infarto agudo de miocardio en el centro de atención terciaria donde se efectuó el estudio.
Se realizó un estudio retrospectivo en un único centro de atención terciaria que incluyó a 87 pacientes (43 hombres y 44 mujeres) que fueron sometidos a EDS dentro de los 30 días de un infarto de miocardio agudo entre enero de 2001 y marzo de 2012. La edad media de los pacientes fue de 65,0 ± 13,2 años (rango 26-92). Se tomaron en cuenta el tipo de IM (IM con elevación del segmento ST [IMEST] e IM sin elevación del segmento ST [IMSEST]), el pico de troponina I, el tiempo entre el IM y la EDS, la escala APACHE II durante la EDS, el cateterismo cardíaco antes EDS y las complicaciones médicas dentro de las 24 horas de la EDS. Las complicaciones médicas fueron definidas como complicaciones mayores (muerte, arritmias potencialmente mortales) y complicaciones menores (dolor torácico, signos vitales anormales o arritmias menores).
Las indicaciones para la EDS fueron variadas, aunque la mayoría fue por anemia o melena. De los 87 pacientes, 18 tenían IMEST, mientras que 69 experimentaron IMSEST. Veintiocho pacientes (32,6%) fueron sometidos a cateterismo cardíaco antes de someterse a EDS. Un puntaje APACHE II de ≤ 15 se identificó en 62 pacientes (72,9%). No se observaron complicaciones mayores. Complicaciones menores se produjeron en 27 de 87 pacientes (31,0%), incluyendo hipotensión leve, bradicardia leve o dolor precordial.
Los pacientes con IMEST tuvieron procedimientos estadísticamente más rápidos (P = 0,01) y tuvieron más chance de ser sometidos a un cateterismo cardíaco antes de la EDS (P < 0,01) que aquellos con IMSEST. No se observaron diferencias estadísticamente significativas para el pico de troponina I (P = 0,21), la puntuación APACHE II en EDS (P = 0,55) o complicaciones menores (P = 0,08) entre los pacientes con IMEST frente IMSEST. El cateterismo cardíaco antes EDS no pareció afectar los resultados. Los pacientes con APACHE II > 16 experimentaron más complicaciones menores (P = 0,02).
La mayoría (47 frente a 40) de los pacientes se sometió a la EDS en los 2 días después del infarto agudo de miocardio. Los pacientes a quienes se les practicó la EDS dentro de las 24 horas del IAM demostraron un aumento estadísticamente significativo de las complicaciones (48,4% vs 22,2%, p = 0,02), sin embargo, estos pacientes demostraron una tendencia hacia escalas APACHE II mayores (14,4 vs 11,8, p = 0,07). Los pacientes con EDS dentro de los 2 días (34,0% vs 23,7%, p = 0,35) y dentro de los 3 días (36,5% vs 18,2%, p = 0,09) después del IAM no revelaron diferencias estadísticamente significativas en las complicaciones.
Conclusión: La EDS parece relativamente segura para el diagnóstico y tratamiento de la hemorragia digestiva superior en pacientes con infarto agudo de miocardio; sin embargo, el análisis de riesgo-beneficio debe ser realizado en cada paciente, en especial para los pacientes con APACHE II > 16, para evaluar la posibilidad de complicaciones.
Referencia:
-
Roxanne G. Lim, Matthew L. Bechtold et all. Endoscopy After Acute Myocardial Infarction: An Evaluation of Safety. South Med J. 2013;106(10):545-549.
Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier @rigotordoc
Medicina Interna
Ambulatorio Medis.
Av. José María Vargas. Centro Comercial Santa Fe.
Nivel C3. Consultorio 2.
Caracas. Venezuela.