La depresión se une a la lista de enfermedades como la obesidad, la diabetes, la hipertensión y el tabaquismo como factor de riesgo oficial de enfermedad cardíaca, de acuerdo con un panel de expertos convocado por la Asociación Americana del Corazón (AHA) y fue publicada en línea el 24 de febrero de 2014 en la revista Circulation.
La recomendación se basa en una extensa revisión de la literatura en la que se examinaron los riesgos de la depresión realizados por el panel, que incluyó a Judith H. Lichtman, PhD, Erika S. Froelicher, R y a Robert M. Carney, PhD, profesor de psiquiatría en la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, Missouri.
La declaración científica de la AHA indica que los resultados combinados apoyan la llamada a elevar formalmente la depresión al estatus de un factor de riesgo para resultados adversos, tales como la mortalidad cardiaca y por todas las causas, en pacientes con síndrome coronario agudo (SCA).
Aunque los estudios prospectivos, las revisiones sistemáticas y los meta-análisis han documentado una asociación entre la depresión y el aumento de la morbilidad y la mortalidad en una variedad de poblaciones cardiacas, la depresión aún no ha logrado el reconocimiento formal como factor de riesgo de mal pronóstico en pacientes con síndrome coronario agudo por la AHA y otras organizaciones de salud. El propósito de esta declaración científica fue revisar la evidencia disponible y recomendar si la depresión debe ser elevada a la categoría de un factor de riesgo para los pacientes con SCA.
Para el Dr. Carney, quien también es miembro del Comité de Estadísticas de la AHA, del Consejo de Epidemiología y Prevención y del Consejo de Enfermería Cardiovascular y Accidente Cerebrovascular, fue muy gratificante ver esta recomendación y saber que los riesgos potenciales son reconocidos. Según el Dr. Carney, con el tiempo vamos a ser capaces de demostrar que tratando la depresión se mejorará la sobrevida y la salud cardiovascular.
Según los investigadores, aproximadamente el 20 % de todos los pacientes con SCA, infarto de miocardio (IM) o angina inestable también cumplen los criterios clínicos de la depresión mayor y muchos de estos pacientes también tienen síntomas depresivos.
Estudios recientes han demostrado que los episodios crónicos de depresión pueden ser causalmente vinculados a un mayor riesgo de enfermedad coronaria, y que la depresión mayor es ahora la segunda causa de discapacidad y es un contribuyente mayor para la cardiopatía isquémica.
El año pasado el Dr. Angelos Halaris, PhD, profesor en el Departamento de Psiquiatría y Neurociencias del Comportamiento en la Escuela de Medicina Stritch de la Universidad de Loyola en Maywood, Illinois, sugirió la creación de una nueva subespecialidad, la «Psicocardiología», que trataría específicamente la asociación encontrada a menudo entre la depresión y la enfermedad cardíaca.
Los investigadores señalaron que, aunque muchos estudios a lo largo de los años han demostrado una fuerte asociación entre la depresión y el aumento de la morbilidad después de experimentar un SCA, la depresión no había sido reconocida como un factor de riesgo formal por las organizaciones nacionales de salud.
El Dr. Carney y sus colaboradores publicaron su primer artículo demostrando que la depresión duplica el riesgo de eventos cardíacos en pacientes con enfermedad cardíaca recientemente diagnosticada en 1988, lo que indica la larga trayectoria en el tema.
La AHA contactó a varios científicos que habían trabajado en el tema y les pidió realizar una revisión crítica de la literatura actual para ver si la depresión debía ser elevada a la categoría de factor de riesgo para resultados adversos cardiovasculares.
El panel de 12 miembros, examinó 53 estudios individuales que evaluaron las asociaciones entre la depresión y la mortalidad por cualquier causa, la mortalidad cardíaca y/o resultados compuestos que incluían tanto la mortalidad y los eventos no fatales.
Cada uno de estos estudios en idioma inglés tenía un diseño prospectivo e incluía al menos 100 pacientes que se recuperaban de un SCA. También se revisaron 4 estudios de metanálisis que examinaron estas relaciones en los pacientes con SCA u otros diagnósticos de cardiopatía coronaria.
32 de los estudios examinaron la mortalidad por todas las causas en 22 cohortes de pacientes de 9 países de América del Norte, Europa y Asia. Los tamaños de las muestras variaron de 100 a 21.745 participantes y sus tiempos de seguimientos oscilaron entre 1 mes y 10 años.
17 de los estudios analizados encontraron una asociación significativa ajustada al riesgo entre la depresión y el aumento del riesgo de mortalidad por cualquier causa después de un SCA y 4 de los estudios demostraron una asociación significativa sin ajustar.
La revisión también incluyó 12 estudios que examinaron la mortalidad cardiaca en 8 cohortes de pacientes de 5 países, con tamaños de las muestras entre 222 a 1.042 participantes. Siete de estos estudios demostraron una asociación significativa ajustada por riesgo y 1 demostró una asociación significativa no ajustada entre la depresión y el aumento de la mortalidad cardíaca.
También se examinaron 22 estudios que incluyeron resultados compuestos, en los que los investigadores encontraron que la mayoría demostraban una asociación significativa con la depresión.
Tres de los meta-análisis que fueron publicados hasta el 2003, mostraron riesgos generales sin ajustar que van desde 1,8 hasta 2,6 para todas las causas de mortalidad y de 2,3 hasta 2,9 para la mortalidad cardíaca.
El cuarto meta-análisis evaluó estudios publicados hasta enero de 2011, de pacientes que sólo habían tenido IM, en el cual se demostró riesgos no ajustados de 2.3, 2.7 y 1.6 para la mortalidad por todas las causas, la mortalidad cardíaca y resultados compuestos, respectivamente.
A pesar de la heterogeneidad de los estudios publicados incluidos en esta revisión, la preponderancia de la evidencia soporta la recomendación de que la depresión debe ser formalmente agregada a la lista de factores de riesgo de SCA.
No todos los estudios incluidos en esta revisión demostraron que la depresión predice mortalidad o problemas cardíacos, aunque la mayoría lo hizo. Sin embargo, actualmente no hay evidencia acerca de si tratar la depresión disminuya el riesgo cardiaco o mejore la supervivencia.
A pesar de la heterogeneidad de los estudios publicados incluidos en esta revisión, la preponderancia de la evidencia apoya la recomendación de que la Asociación Americana del Corazón debe elevar la depresión al estatus de factor de riesgo para los resultados médicos adversos en pacientes con síndrome coronario agudo.
Referencia:
- Circulation: 2014;129:00-00
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Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier @rigotordoc
Medicina Interna
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