Los azúcares dietéticos influyen en la presión arterial y los lípidos séricos y la relación es independiente de los efectos de los azúcares en el peso corporal y al mismo tiempo pueden estar asociado con factores de salud cardiovascular adversos en los niños, específicamente con la elevación de la presión arterial diastólica, así como de los triglicéridos.
Los azúcares dietéticos se han sugerido como una causa de obesidad, varias enfermedades crónicas y de una serie de factores de riesgo cardiometabólicos, pero no hay pruebas convincentes de una relación causal entre los azúcares y los factores de riesgo que no sean el peso corporal.
Por otra parte, la hipertensión y la dislipidemia tradicionalmente se han asociado con la ingesta dietética de sodio y grasas respectivamente, sin embargo, recientemente se han asociado con el consumo de azúcares añadidos en los adultos y adolescentes, pero no hay una clara indicación de qué tan temprano en la vida se manifiesta esta asociación.
En el número correspondiente al 01 de julio de 2014 de la revista American Journal of Clinical Nutritionaparecen 2 trabajos independientes que relacionan el consumo de azúcares y las enfermedades cardiovasculares y metabólicas, especialmente la hipertensión arterial y las dislipidemias.
En el primero de ellos, Lisa A Te Morenga, Alex J Howatson, Rhiannon M Jones, y Jim Mann, del Departamentos de Nutrición Humana y Medicina, el Instituto Riddet, y el Centro Nacional de Edgar para la Diabetes y la Obesidad de Investigación, Universidad de Otago, Dunedin, Nueva Zelanda, efectuaron una revisión sistemática y meta-análisis de ensayos controlados aleatorios que examinaron los efectos de la modificación de azúcares libres en la dieta en la presión arterial y los lípidos sanguíneos.
Se realizaron búsquedas sistemáticas búsquedas en diferentes bases de datos hasta agosto de 2013 para identificar los estudios que reportaron la ingesta de azúcares libres y al menos un resultado en lípidos o en la presión arterial. La duración mínima de ensayo fue de 2 semanas. Se agruparon los datos mediante el uso de métodos de la varianza inversa con modelos de efectos aleatorios.
De 11.517 ensayos identificados, se incluyeron un total de 39; 37 ensayos reportaron los resultados de lípidos, y 12 ensayos informaron los resultados de la presión arterial. Las mayores ingestas de azúcares en comparación con las más bajas, aumentaron significativamente las concentraciones de triglicéridos [diferencia de medias (DM): 0,11 mmol/L; IC 95%: 0,07-0,15 mmol/L; P <0,0001], colesterol total (DM: 0,16 mmol/L; IC 95%: 0,10-0,24 mmol/L; p <0,0001), el colesterol LDL (DM 0,12 mmol/L; IC 95%: 0,05-0,19 mmol/L; p = 0,0001), y el colesterol HDL (DM: 0,02 mmol/L, IC 95%: 0,00-0,03 mmol/L; p = 0,03).
Los análisis de subgrupos mostraron la más marcada relación entre la ingesta de azúcar y los lípidos en los estudios en los cuales se hicieron esfuerzos para garantizar un equilibrio de energía y cuando no se reportaron diferencias en el cambio de peso.
El efecto de la ingesta de azúcar en la presión arterial fue mayor en los ensayos ≥ 8 semanas de duración [DM]: 6,9 mmHg (IC 95%: 3,4-10,3 mmHg, p <0,001) para la presión arterial sistólica y 5.6 mm Hg (IC 95%: 2.5-8.8 mm Hg, p = 0.0005) para la presión arterial diastólica.
En conclusión, los azúcares dietéticos influyen en la presión arterial y los lípidos séricos y la relación es independiente de los efectos de los azúcares en el peso corporal.
En el segundo trabajo, Kenneth P Kell, Michelle I Cardel, Michelle M Bohan Brown y José R Fernández, del Departamento de Ciencias de la Nutrición, Escuela de Profesiones de la Salud, y el Centro de Investigación de Nutrición Obesidad, la Universidad de Alabama en Birmingham, Birmingham, AL, y el Departamento de Pediatría / Sección de Nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado en Denver, Colorado, exploraron la asociación transversal entre el consumo de azúcar añadido (azúcares no contenidos naturalmente en los alimentos) en los niños, la presión arterial (PA), y los lípidos sanguíneos en ayunas [triglicéridos y, colesterol total, colesterol LDL y colesterol HDL].
La presión arterial, los lípidos en sangre, y la ingesta dietética se obtuvieron en una muestra pediátrica multiétnica de entre 7-12 años de edad y de 122 europeos-americanos (EA), 106 afroamericanos (AA), 84 Latinoamericanos (LA), y 8 niños de raza mixta que participaron en el estudio AMERICO, por sus siglas en inglés (Admixture Mapping of Ethnic and Racial Insulin Complex Outcomes), un estudio transversal realizado en área metropolitana de Birmingham, AL, que investigó los efectos de las diferencias étnico-raciales en los resultados metabólicos y de salud.
Se realizaron análisis de regresión múltiple para evaluar las relaciones de los azúcares añadidos y la ingesta de sodio con la PA y de los azúcares añadidos y la ingesta de grasas en la dieta con lípidos en la sangre. Los modelos fueron controlados por sexo, raza, origen étnico, nivel socioeconómico, estado puberal según Tanner, porcentaje de grasa corporal, actividad física y la ingesta total de energía.
Los azúcares añadidos se asociaron positivamente con la PA diastólica (p = 0.0462, β = 0,0206) y los triglicéridos en suero (P = 0.0206, β = 0,1090). El sodio no se asoció significativamente con ninguna de las medidas de PA ni la grasa dietética con los lípidos sanguíneos.
Los niños LA tuvieron triglicéridos elevados, aunque con un menor consumo de azúcar añadido que los AA o los EA. Los participantes de AA tuvieron mayor PA y HDL, aunque triglicéridos más bajos que los niños EA o LA.
Estos datos sugieren que el aumento del consumo de azúcares añadidos puede estar asociado con factores de salud cardiovascular adversos en los niños, específicamente la elevación de la presión arterial diastólica, así como de los triglicéridos. La identificación de los factores dietéticos que influyan en la salud cardiovascular en la infancia podría servir como una herramienta para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Estos 2 trabajos reseñados deben hacernos reflexionar sobre la importancia de limitar el consumo de azúcar, tanto en niños como en adultos, por todas las implicaciones ampliamente conocidas sobre el sistema cardiovascular y sobre la salud en general.
Referencias:
Te Morenga, L., Howatson, A., Jones, R., Mann, J.: Dietary sugars and cardiometabolic risk: systematic review and meta-analyses of randomized controlled trials of the effects on blood pressure and lipids. Am J Clin Nutr July 2014 vol. 100 no. 1 65-79
Kell, K., Cardel, M., Bohan Brown, M., Fernández, J.: Added sugars in the diet are positively associated with diastolic blood pressure and triglycerides in children. Am J Clin Nutr July 2014 vol. 100 no. 1 46-52
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Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier @rigotordoc
Medicina Interna
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